About Norway
Historia de Noruega
Travel Guide
Prehistoria y edad antigua
A finales del Paleolítico (11.000 a.C), la inmensa masa de hielo que cubría la península escandinava comenzó a desaparecer. Al suavizarse el clima, el casquete de hielo fue retrocediendo y surgieron grandes masas forestales. Los renos comenzaron a poblar el territorio y tras ellos llegaron los ahrensburgiense, un pueblo de cazadores-recolectores que se asentaba en la actual Alemania.
Los primeros asentamientos agrícolas no aparecen hasta el 4000 a.C. Se han encontrado restos arqueológicos en el fiordo de Oslo y en la zona de Bergen. Se cree que estos pueblos provenían de Suecia y Dinamarca. Hacia el 1800 a.C, en los últimos compases de la Edad de Piedra, el pueblo Stridøs emigra a territorio noruego e introduce la lengua indoeuropea, de la que proviene el noruego actual.
Durante la Edad de Hierro (500 a.C - 800 a.C) el clima comenzó a ser más húmedo y frío, similar al de la actualidad. En este periodo el pueblo celta introduce la técnica del hierro. Se comienzan a fabricar nuevos útiles que facilitan el cultivo de la tierra. Las cosechas aumentan y la población crece. Durante este periodo, varias generaciones de una familia conviven en una sola casa. Cuando los hijos varones contraían matrimonio, permanecían viviendo en el mismo hogar bajo la tutela del cabeza de familia. Las familias grandes constituían un clan. El clan proporcionaba un hogar, seguridad y alimentos a sus miembros. Sus integrantes debían trabajar y proteger las tierras pertenecientes a la familia.
En los albores del primer milenio, los clanes noruegos más poderosos llegaron a comerciar con el Imperio Romano. Estos clanes estaban liderados por la figura del caudillo, una individuo con una importancia muy destacada en la jerarquía de la comunidad. Este tenía el control de una tribu que se asentaba en una determinada comarca. A menudo, los caudillos peleaban entre sí por el control de un territorio. Los caudillos eran jefes políticos, militares y también religiosos. Ejercían de sacerdotes durante las fiestas dedicadas a divinidades como Frøya o Njård.
Edad vikinga
Los vikingos son los antiguos pueblos que habitaron Escandinavia desde finales del siglo VIII hasta mediados del siglo XI. Fueron temidos por sus expediciones de rapiña por la costa costa atlántica y mediterránea.
A finales del siglo VIII, la población había aumentado considerablemente y comenzaron a escasear las tierras de labranzas. A causa de ello, muchos hombres se echaron a la mar con el propósito de encontrar fortuna allende los mares. En un primer momento, sus viajes tenían simplemente fines comerciales. Al poco tiempo se dieron cuenta de las escasas defensas de los territorios que visitaban. Ello provocó que comenzaran a organizase expediciones con el único propósito de saquear y hacer esclavos.
A inicios del siglo IX, los vikingos realizaron incursiones menores fluviales y por lugares cercanos a la costa. A mediados del mismo siglo, comenzarán a cambiar sus tácticas, invernando en tierras extranjeras con el propósito de conseguir un mayor radio de acción en sus ataques. En el año 843, vikingos noruegos entran a sangre y fuego en Nantes, importante ciudad del reino franco. Establecen su base en la isla de Noirmoutier y comenzarán a exigir tributos a la población autóctona. Un año más tarde, parten rumbo a Sevilla, donde lograrán penetrar y saquear la ciudad en septiembre del año 844. El éxito de sus expediciones no hubiera sido posible sin su amplio conocimiento del mar. Los vikingos fueron unos excelentes marineros. Gracias a sus barcos robustos, rápidos y de poco calado, conseguían penetrar en prácticamente cualquier territorio. Si era necesario, las naves podían ser transportadas por tierra de un punto a otro mediante troncos rodantes.
Cabe mencionar que el principal objetivo de las razias vikingas fueron las islas británicas. En torno al año 800 tribus vikingas procedentes de Noruega alcanzan Irlanda. Allí consiguen establecerse a lo largo del litoral y saquear gran parte del territorio. A inicios del año 900, los pobladores locales se van alinear con los daneses para expulsar a los invasores noruegos.
El año 872 marcó un hito fundamental en la historia de Noruega. El caudillo Harald Hårfagre, logra unificar por primera vez el territorio noruego bajo un único reinado. Hasta esa fecha, existían numerosos caudillos que peleaban entre sí o se aliaban dependiendo de sus intereses. Tras la batalla de Hafrsfjord acontecida en los alrededores de Stavanger, Harald Hårfagre logrará unificar Noruega y establecerá la sede de su reinado en Avaldsnes. Harald "Cabellera Hermosa" expandirá sus dominios hasta el norte de Escocia, las Islas Hébridas, las Orcadas y las Shetland. Tras su muerte, le sucedería en el trono su hijo Håkon Adalsteinsfostre, conocido como “El bueno”. Su reinado estaría marcado por la creación del lagting, un sistema de asamblea en el que los intendentes del rey elegían a representantes y aprobaban leyes y fueros. Tras su muerte en el 960, le sucedería en el poder los condes de Lade. Olaf Haraldsson, descendiente del rey Harald, regresó del exilio en 1015 dispuesto a reclamar sus derechos al trono. Derrotará a los condes de Lade y se hará con el poder. Olaf Haraldsson será el rey que instaurará el cristianismo en Noruega. Por ese se le conoce con el nombre Olaf II "El Santo". Durante su gobierno eliminará los templos paganos y prohibirá el culto de otras religiones que no sea la cristiana. La introducción del cristianismo en Noruega, supondrá el principio del fin de los vikingos. Por otro lado, los ataques a las costas europeas fueron disminuyendo paulatinamente debido a que los diferentes reinos europeos conseguirán mejorar sus defensas y repeler con éxito los intentos de asalto. Con el paso de los años, los asentamientos vikingos en el exterior se fueron asimilando y los miembros de estos enclaves se mezclaron con las poblaciones locales donde se ubicaban. Poco a poco Noruega comenzó a ser un reino cristiano similar a los existentes en la Europa medieval.