Ubicada al abrigo del fiordo del que toma el nombre, Trondheim es una ciudad vibrante y orgullosa de su pasado. Cuenta con más de 200.000 habitantes, lo que la convierte en la tercera ciudad más grande de Noruega tras Oslo y Bergen.
La ciudad se fundó en una península a orillas del río Nidelva en el 997. Durante la Edad Media Trondheim fue designada como sede arzobispal en 1152, lo que propició la aparición de numerosas iglesias y monasterios. Sin embargo, la joya de este periodo es la Catedral de Nidaros. Construida entre 1070-1320, está considerado el mayor templo religioso de Noruega. La ciudad sufrirá distintos incendios a lo largo de los siglos. El más devastador ocurrió en 1681, cuando la ciudad ardió casi por completo. A partir del siglo XVII se va a iniciar una creciente actividad comercial empujada por la industria pesquera. La pujanza de la ciudad se manifestara en el desarrollo del casco urbano y la construcción de palacios, el más famoso de ellos, el Palacio de Stiftsgården, está considerado uno de los edificios en madera más grande del norte de Europa. En el siglo XX, la ciudad va a ser ocupada por las fuerzas alemanas en 1940 desde el primer día de la invasión. Tras la finalización del conflicto, Trondheim experimentará un gran crecimiento urbano y demográfico debido a la absorción de municipios cercanos.

Hoy en día, la antigua Dinaros es una ciudad con un gran patrimonio histórico que ha sabido combinar con una amplia oferta cultural y gastronómica. La ciudad cuenta con excelentes restaurantes, algunos de ellos galardonados con varias estrellas Michelin. La Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología fundada en 1996, atrae cada año a más de 20.000 estudiantes a la ciudad, convirtiendo a Trondheim en el segundo centro de estudios más grande de Noruega tras Oslo. Este hecho le brinda a la ciudad un ambiente joven y alegre, con una excelente oferta cultural y de ocio.